martes, 4 de agosto de 2009

Cuando el pasado aflora (II)


Me dijo alguien muy querido el otro día, que no se puede hacer borrón y cuenta nueva de los sentimientos. Y es muy cierto. De hecho difícilmente se puede hacer borrón y cuenta nueva de nada en la vida, porque la vida es un contínuo de cosas, y no una sucesión de compartimentos estancos: acontecimientos, emociones, sentimientos... Todo nos va dejando huella, son como los ladrillos que construyen nuestra vida: cada fila se asienta sobre la fila anterior, si pretendemos quitar una fila se nos puede caer todo.

Lo que deberiamos aprender es a asentar cada fila de ladrillos adecuadamente, para que las siguientes filas se apoyen en algo sólido. La suerte que tenemos es que el cemento del tiempo tarda más en fraguar que el cemento normal, y eso nos da un margen para arreglar los ladrillos que ponemos mal. Cuando digo "arreglar" no quiero decir que volvamos hacia atrás y corrijamos los errores que cometemos, entre otras cosas porque muchas veces pasa mucho tiempo antes de que nos demos cuenta y ya hay otras filas de ladrillos encima... Pero siempre cabe el disculparse, el perdonar, el dar un beso después de una aspereza... Los besos arreglan tantas cosas... No?.


Y sobre todo cabe el aprender. A mí me parece que el aprender es como una varita mágica que endereza todos los ladrillos torcidos. Aunque metamos una pata, si de esa metida de pata aprendemos algo, la convertimos en algo bueno. Porque la idea en esta vida es aprender, no poner todos los ladrillos rectos a la primera. Y si algo no aprendemos y el ladrillo queda torcido... pues al final nuestra pared no será perfecta...pero será la nuestra, qué narices. Será una pared que solo nosotros podiamos haber hecho: original 100%, irrepetible!: valiosísima.


Los momentos en los que el pasado aflora para ser curado en profundidad son momentos de profundo agradecimiento. Yo lo siento así. Es como que la vida te da la oportunidad de aprender aquella lección que en otro momento no aprendiste. Quizás en aquel momento no estabas en condiciones de aprender, o en cualquier caso no supiste hacerlo mejor. Pero ahora sí sabes, por eso la vida te vuelve a proponer la lección, a modo de reválida, jeje. La suerte es que la vida no se canse de proponerte reválidas... Pero también es cierto que si antes aprendemos, más suavemente viajaremos el resto del camino... Y para eso, cuanto más conscientemente vivamos el ahora, mejor para nosotros.

PD: en la foto el Gran Cañón del Río Colorado en US. En sus paredes se pueden ver las filas de "ladrillos" de la vida de la Tierra, unas encima de las otras, marcando distintas etapas con distintos colores y distintas texturas. Se me antoja uno de los paisajes más bonitos, y seguramente nuestras vidas, miradas desde fuera, tengan un aspecto parecido: precioso!.

6 comentarios:

Gu1ta dijo...

no se me hubiera ocurrido interpretar así la foto que pones, y ahora que lo dices qué hermoso...

ojalá mi vida sea un paisaje así de bonito, aunque ahora sólo vea la aspereza de la roca fría...

Isa dijo...

Y la dulzura del King....?
Y las risas y el amor de tus amigos...?
Y los "buenos ratos" previos a la aspereza de la roca fría...?

beso enorme
guapa!

Isa dijo...

Una es que de profesión es Geógrafa Guita... A lo mejor por eso mira el planeta a través de otro cristal. Más divertido: cuando veo esas capas, estoy a la vez viendo los acontecimientos que les dieron lugar, jaja!. La Paleogeología es realmente APASIONANTE!!

Maripaz dijo...

Isa, muy interesante lo de los ladrillos...lo importante és éso saber ir edificando, desde lo vivido.Pero edificando siempre, para no quedarnos estancados en el pasado.

Un beso

guita dijo...

una que es abogada y siempre ve problemas, se concentra en que el niño no se quiere vestir, se ha encerrado en el cuarto y sólo quiere ver películas... jajaja,
tu profesión me gusta más...

Isa dijo...

Maripaz, construir siempre construyes...:mientras vivas, construyes, es poco menos que "inevitable". Por eso lo de colocar cada fila lo más solidamente posible, o es su defecto intentar aprender algo aunque sea a toro pasado, porque eso endereza muchas cosas.

Guita, mi hijo no se encierra en el cuarto, pero cuando dice que no cena, es que no cena... Jajaja!. A lo mejor haría yo una buena abogado....¿qué dices?, jaja!.