sábado, 25 de julio de 2009

Capitalismo y Medio Ambiente


Después de leer el texto del post anterior me quedé pensando en lo que dice el Jefe Indio Seattle: es "el hombre blanco" el que no entiende que es parte de la Naturaleza, que la Naturaleza no es su jardín particular que se puede permitir dejar perder si quiere. Que esquilma los recursos naturales en su afan por tener más y más y más... El que piensa solo en su riqueza y no en la de sus descendientes. De hecho hay muchos otros grupos humanos en este planeta que tienen un concepto diferente de lo que es la Naturaleza y por lo tanto se relacionan con ella de otra manera (...más respetuosa). Los indios americanos de forma muy especial, pero también otros pueblos.

No creo en cualquier caso que sea una cuestión racial, pero sí una mentalidad unida a un sistema socio-económico, el capitalismo, que efectivamente fue inventado por el hombre blanco, y que alcanza en los países occidentales su máximo exponente. El beneficio como único objetivo, y la acumulación de riquezas para consumir de forma compulsiva... lo que sea. Genera una espiral de producción, consumo, y generación de residuos que me da la sensación de que está fuera de todo control. Es el "todo vale": producir barato a costa de pagar sueldos miserables a seres humanos que trabajan como esclavos en condiciones miserables especialmente en Asia; o ahorrarnos unos miles de euros no depurando nuestras aguas residuales antes de verterlas al río, porque así producimos 2 céntimos más barato que la competencia. Todo vale, no importan los daños c
olaterales, menos todavía si afectan a sujetos que no tienen voz ni voto, como la Naturaleza o el Medio Ambiente.

Durante décadas, el hombre blanco (y por contagio el hombre de otros muchos colores) ha olvidado (suponiendo que algún día lo supo) que vive en delicado equilibrio con la Naturaleza. Especialmente delicado por su gran capacidad de reproducción y supervivencia, y por las necesidades energéticas cada vez mayores de una parte de la población (de la parte que lidera el sistema). Se ha perdido esa sensibilidad que tenían las generaciones anteriores para respetar a la Naturaleza, aunque solo sea porque es la mano que te da de comer. Nos hemos creido que somos infalibles, con nuestra tecnología y nuestra sapiencia casi infinita. Que somos capaces de solucionarlo todo, de preverlo todo, de encontrar sustitutos para todo. Pobres idiotas...!.

La Naturaleza es algo muy grande, me atrevería a decir que inc
onmensurable. Muy sabia además: guarda los secretos de la vida desde hace miles de millones de años. Y nosotros, pobres engreidos, no tenemos como especie más que unos cientos de miles de años (sin mencionar que la tecnología que nos hace creer que somos tan infalibles, tiene como quien dice dos días...). Nos creemos tan grandes con nuestros sensores de previsión de terremotos, y cuando la Tierra estornuda genera de un manotazo 70.000 muertos (espérate como un día se enfade de verdad...). Nos pavoneamos del sistema mundial de detección de tsunamis, ...y se nos olvida que el día que se repita la ola de más de 150 m de altura que arrasó una isla de Hawai hace un par de siglos, la Naturaleza se reirá a carcajadas de nuestro sistema de detección. Y eso por no mencionar lo que puede pasar el día que la Tierra decida empezar con una nueva orogenia y las placas tectónicas empiecen a bailar el mambo unas con otras, o cuando se inicie el siguiente periodo glaciar (que puede que ya esté empezando...). Realmente patética la soberbia humana...

Pero la Naturaleza es muy sabia y no pierde el tiempo con razonamientos: hace en cada momento lo que tiene que hacer, sin prestar demasiada atención a esa especie que ha mutado en parásita y que se le ha sentado en la espalda (nosotros). Qué más da que la especie humana crea que es la causante del cambio climático actual y que por lo tanto está en sus manos el acelerarlo o mitigarlo?. Que crean lo que quieran... Ella a la suya: toca
cambio climático, pues cambio climático... (a pesar de la reducción de emisiones a la atmósfera, a pesar de lo que queramos...: no conseguiremos cambiar el curso de los procesos naturales globales nunca, porque somos como un mosquito picando a un elefante).

Cuánto mejor nos iría si escuchásemos más a la sabiduría de la Naturaleza en lugar de matar a la Naturaleza para escucharnos mejor a nosotros mismos...


PD: en la foto la falla de San Andrés en California, a espaldas de la ciudad de Los Angeles. El día que se reactive, la llevamos clara...

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