viernes, 17 de julio de 2009

Razón de ser

Pensaba a raíz de todo lo ocurrido con la muerte de Ryan (os remito al post Para Ryan, con infinito cariño), en qué complicado nos resulta a veces entender el porqué de nuestra existencia (o nuestra razón de ser). Porqué estamos aquí?: pregunta existencialista que todo el mundo (dejémoslo en mucha gente...) se hace alguna vez, con frecuencia relacionada con la adolescencia. Algunos empezamos planteándonos eso y acabamos en una secta..., jaja!, pero bueno, todo pasa por algo, tampoco nos ofusquemos ahora.

Cuando alguien se plantea este "porqué estoy aquí?", o "porqué nací?", generalmente se plantea a continuación una posible misión, o una posible acción a realizar que justifique la existencia. Hemos aprendido que todo tiene que tener una "utilidad", y por lo tanto nosotros (cada persona) también. Así la respuesta es con frecuencia "para ser médico", "para fundar una familia", "para gobernar España", etc. Y me parece que esto no es así. Realmente la única razón por la que estamos aquí es por amor, y son historias como la de Ryan los que nos lo recuerdan. Lo más importante que podemos hacer en esta vida es amar: en primer lugar cada uno a nosotros mismos, y a continuación a la gente que nos va pasando más o menos cerca a lo largo del camino.

Así la respuesta a la pregunta "porqué he nacido?" sería muy simple (desde mi punto de vista): "para ser feliz", y para eso amar y dejarse amar. Punto. Luego además hay que comer y vestirse y para ello tal y como están organizadas las cosas alguien tiene que trabajar, pero esa no es la razón profunda de porqué estamos cada uno aquí... Digamos que la clave está más en el ser que en el hacer. Y el ser no necesita justificación: es y punto.

Cierto que podemos luego chocar con la contingencia: “¿y porqué nací yo y no otro?”. Es decir, si yo no hubiese nacido de mi madre y mi padre, ellos habrían tenido seguramente otro hijo al que habrían querido lo mismo que a mí, y que les habría dado el cariño que yo les doy ahora, luego yo no soy “necesario”... Entonces porqué yo?. Porqué justo ese óvulo y ese espermatozoide?. Yo diría que de las infinitas posibilidades que había de hacer personas, la naturaleza (Dios) te ha elegido a ti: acepta la existencia con agradecimiento, como el regalo que es; es decir, disfrutándola a tope y poniendo todo de tu parte para ser muy feliz. No quieras entenderlo todo con la mente, porque la mente no es capaz de entenderlo todo, no es su función: disfrútalo con el corazón, esa sí es su función!. Y confía en que el paso del tiempo y la perspectiva que trae, te ayudarán a entender muchas cosas (las que necesites comprender...). Para ser feliz no hace falta entenderlo todo: concéntrate en tu verdadera “misión”.

No hay comentarios: